" asturgeografic: Santa Ana de Villamar

sábado, 26 de septiembre de 2015

Santa Ana de Villamar

 Santa Ana mantiene la tipología constructiva de las edificaciones religiosas rurales de Asturias: nave única y cabecera sobresaliente con testero recto.

El Cristo de Santa Ana
Dado que la capilla está bastante alejada del pueblo y que el asunto de las llaves es cuestión peliaguda, nos conformamos con hacer la foto a través del ojo de la cerradura (¡de tanta práctica, tengo una destreza digna de mención!)

 Canecillos de volumen prismático y sin decoración

 La cubierta es a dos aguas, a teyavana en el interior

 El campanario está adosado en el punto de unión de los muros norte y oeste. Es de volumen cilíndrico, con la base más ancha, y está rematado con una espadaña de un sólo ojo.

Desde Mallecín, haciendo el Camino Primitivo...

Oruga de Papilio machaon que nos encontramos por allí...

Las primeras referencias documentales a esta iglesia la citan bajo la advocación de San Félix (Sancti Felicis), siendo uno de los primeros templos edificados en el concejo de Salas, ya que el Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo la incluye en la donación que el rey Fruela, hijo de Alfonso II y la reina Jimena, hizo en el año 912 a la iglesia de San Salvador de Oviedo.
Posteriormente, en el año 1124, aparece como donación del conde Suario y su mujer Enderquina, al monasterio de San Salvador de Cornellana, "in terra de Salas... alia hereditate de uilla mar et Linares".


La iglesia de Santa Ana se encuentra situada a medio camino de una calzada medieval que unía los núcleos de Villamar y Casazorrina, en el concejo de Salas.

*  *  *

Casi tres años después, por pura casualidad, fuimos invitados a la misa y posterior espicha con motivo de la celebración de la patrona, Santa Ana, lo que nos permitió ver el interior de la capilla... ¡por fin!



 El día de la fiesta se baja al Cristo de Santa Ana del retablo y se lleva en procesión alrededor de la capilla




 Nuevamente se coloca en el retablo, de estilo barroco...

 ... dando comienzo la misa

 No podían faltar los festivos voladores


¡Gracias, David, por la invitación!







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